viernes, 6 de junio de 2014

ECOLOGÍA

El conjunto de conocimientos referentes a la economía de la naturaleza, la investigación de todas las relaciones del animal tanto con su medio inorgánico como orgánico, incluyendo sobre todo su relación amistosa y hostil con aquellos animales y plantas con los que se relaciona directa o indirectamente. También se le puede definir como: estudio científico de las relaciones de los seres vivos entre sí y con su hábitat.


Los ecólogos tienen básicamente dos métodos de estudio:
  1. Autoecología, el estudio de especies individuales en sus múltiples relaciones con el medio ambiente; y
  2. Sinecología, el estudio de comunidades, es decir medios ambientes individuales y las relaciones entre las especies que viven allí.
La aplicación más importante de la ecología es la conservación del ambiente.
     Los objetivos de esta conservación son los siguientes:
  1. Asegurar la preservación de un ambiente de calidad que satisfaga las necesidades de materias primas, de igual manera las estéticas y de recreo.
  2. Asegurar un rendimiento continuo de plantas, animales y materiales útiles mediante el establecimiento de un ciclo equilibrado de cosecha y renovación.
     Los recursos naturales con los que cuenta el hombre se pueden dividir en dos grandes grupos: renovables y no renovables.

     Los depósitos de hierro, petróleo y carbón de piedra o mineral no son renovables; en cambio, los bosques, peces y demás recursos vivos sí lo son. La flora y la fauna del planeta son un patrimonio para la humanidad, puesto que el hombre necesita de los productos de éstas para vivir.
     Es alarmante ver la extinción de diversas especies, debido a la explotación irracional que de ellas se hace.

LA ECOLOGÍA Y LOS PROBLEMAS DEL MEDIO AMBIENTE.

Crecimiento de la población y consumismo
En 1968, P. Ehrlich denunció que si la población del planeta continuaba aumentando al ritmo de los últimos años se llegaría a un crack ecológico, dado que la existencia de un gran número de seres humanos implicaría una gran demanda de alimentos lo que llevaría, a su vez, a la aplicación de una alta tecnología para obtenerlos, dicha tecnología y el consumo a gran escala conducirían al deterioro del planeta.


La deforestación de los bosques
Los bosques cubren la tercera parte de la superficie terrestre y constituyen uno de los ecosistemas más ricos al proporcionar oxígeno, agua, alimentos, combustible, etc. Sin embargo, se están perdiendo debido a la tala indiscriminada y a los incendios intencionados.

La contaminación atmosférica y el cambio climático
La atmósfera se compone de gases que estaban en perfecto equilibrio hasta que se inició la emisión de gases contaminantes que los bosques no pueden reabsorber. El consumo de combustibles sólidos, como el petróleo, el carbón, el gas natural, da lugar a emisiones de dióxido de carbono que están provocando el calentamiento gradual del planeta.



La contaminación del agua
Al igual que la atmósfera, el ser humano contamina las aguas, por ejemplo, mediante los fertilizantes químicos y los insecticidas, por la repercusión de los grandes vertidos de basura de nuestras ciudades que filtran productos químicos y envenenan las aguas subterráneas y, no olvidemos, que estas aguas subterráneas acaban en mares y océanos, y no hay que olvidar que el fondo marino constituye uno de los principales ecosistemas del planeta, cualquier variación en él supondría una catástrofe. En este terreno podemos destacar los desastres ocasionados por el transporte de petróleo.


A MODO DE CONCLUSIÓN
Esbozada esta panorámica de la Ecología, cabe preguntarse cuáles serían las soluciones adecuadas para una mejor protección y conservación de la Naturaleza y para un uso más racional del medio ambiente por el hombre. A este respecto, el repertorio de ideas o planes es muy amplio y va desde los planteamientos drásticos, soluciones radicales y prohibiciones absolutas que algunos proponen hasta los criterios diametralmente opuestos de otros, quienes consideran la contaminación como un hecho inevitable y una servidumbre más impuesta por las nuevas tecnologías agrícolas e industriales. Hay que admitir que sin el uso de los pesticidas, por ejemplo, las cosechas obtenidas serían insuficientes para una población en constante aumento y que, sin las nuevas tecnologías industriales, incluyendo la petroquímica y los motores de combustión, la humanidad se vería obligada a llevar un modo de vida similar al de la Edad Media. Tanto en un caso como en otro existen factores de contaminación y de alteración del equilibrio ecológico. Pero a la pregunta de sí el hombre puede prescindir de estos progresos de las técnicas habría que responder negativamente.
Según lo expuesto, los planteamientos ecológicos parten de unas determinadas premisas económicas, sociales y políticas. Si se propugnara la prohibición pura y simple de las nuevas tecnologías, en razón de la contaminación que éstas provocan, ello supondría un estancamiento % un inmovilismo de consecuencias fácilmente previsibles. La solución lógica parece hallarse en el control de los métodos de producción por parte del Estado o por un conjunto de organismos respaldados por los poderes públicos. En este aspecto, la Ecología depende de la política, y la crisis del medio ambiente va emparejada con la de los sistemas económicos, sociales y políticos.


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